Actividades para trabajar conductas disruptivas secundaria
Actividades para trabajar conductas disruptivas secundaria
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Cómo afecta el comportamiento disruptivo a la enseñanza y el aprendizaje
Los profesores eficaces disciplinan con ánimos y palabras amables mucho más a menudo que con reprimendas o reproches. El objetivo es ayudar a los alumnos a sentirse bien consigo mismos y con su comportamiento en el aula.
A veces, a pesar de nuestras mejores intenciones, nos encontramos con que uno de los alumnos a nuestro cargo nos cae mal. El alumno puede ser grosero, irrespetuoso, perturbador, odioso o molesto de alguna manera. Es la naturaleza humana; algunas personalidades chocan. Pero en lugar de sentirnos culpables por nuestros sentimientos, podemos tomar medidas positivas para mejorarlos, dice la psicóloga escolar y profesora Shelley Krapes. Estas son algunas de sus sugerencias:
Ejemplos de conductas disruptivas en el aula de primaria
Por supuesto, aunque se tomen medidas para evitar el comportamiento perturbador, nunca se puede garantizar una clase sin interrupciones. Por lo general, lo mejor es prestar a cualquier tipo de alumno disruptivo la mínima atención necesaria, porque el tiempo que se dedica al comportamiento disruptivo es tiempo que no se dedica a facilitar el aprendizaje. Además, se corre el riesgo de atraer a otros alumnos a la situación, lo que agravará el problema. La regla de oro para hacer frente a un comportamiento perturbador es no hacer nunca nada que empeore la situación. A continuación se ofrecen sugerencias para hacer frente a los tipos más comunes de comportamiento perturbador.
Los alumnos que mantienen conversaciones paralelas o utilizan teléfonos móviles o reproductores de MP3 pueden resultar bastante desagradables para usted y para los demás alumnos. Un enfoque directo de “Por favor, no use su teléfono móvil” puede ser a menudo el más eficaz. Considera la posibilidad de empezar la clase con algo como “Por favor, apaga todos los teléfonos, vamos a empezar”. Esto no sólo establece las reglas básicas, sino que también indica claramente que la sesión ha comenzado. No es buena idea avergonzar a los alumnos que están hablando o suponer que su conversación no está relacionada con lo que se está discutiendo en clase. Por lo tanto, es posible que desee evitar la confrontación directa, en cuyo caso lo siguiente suele dar buenos resultados.
Investigación sobre el comportamiento disruptivo en el aula
En los años 50, los psicólogos Jacob Kounin y Paul Gump descubrieron un curioso efecto secundario de la disciplina: Si un alumno se comportaba de forma disruptiva y el profesor respondía con medidas disciplinarias estrictas, el alumno dejaba de hacerlo, pero otros alumnos empezaban a mostrar el mismo mal comportamiento. Kounin y Gump lo llamaron “efecto dominó” y demostraron que los esfuerzos por controlar una clase pueden ser contraproducentes.
Décadas después, la gestión del aula sigue siendo un tema espinoso para los profesores. Casi la mitad de los nuevos profesores afirman sentirse “nada preparados” o “solo algo preparados” para manejar a los alumnos problemáticos, en parte porque el programa medio de formación de profesores dedica solo ocho horas al tema, según un informe de 2014 del Consejo Nacional de Calidad del Profesorado. Esta falta de formación tiene un coste, ya que los profesores afirman que pierden una media de 144 minutos de tiempo lectivo debido a las alteraciones del comportamiento cada semana, lo que supone unas tres semanas en el transcurso de un año.
Investigaciones recientes confirman lo que Kounin y Gump descubrieron hace décadas. Un estudio de 2016 descubrió que si bien la atención negativa -reprimendas como “¡Deja de charlar!”- puede detener temporalmente el mal comportamiento, los estudiantes eventualmente se vuelven más propensos a participar en conductas disruptivas. Los estudiantes que participaron en el estudio se sintieron desconectados, tuvieron dificultades para concentrarse y no fueron capaces de regular eficazmente sus pensamientos y emociones, un círculo vicioso que “en realidad amplifica el comportamiento inadecuado de los estudiantes”, explican los autores del estudio.
Efectos del comportamiento disruptivo en el aula pdf
Ejemplos de matrices de comportamientoLa Escuela Primaria Victoria Road establece expectativas claras de comportamiento para los estudiantes en su Matriz de Comportamiento, como parte de su Manual de PBS.La Escuela Secundaria Williamstown ha estructurado sus expectativas de comportamiento en torno a sus valores escolares para archivar un ambiente de aprendizaje respetuoso y seguro.
Elogio específico del comportamientoEl elogio es una herramienta poderosa en el arsenal de un profesor: es gratis y la oferta es ilimitada. El elogio de un comportamiento específico funciona de dos maneras. En primer lugar, reconoce y refuerza el comportamiento positivo del alumno. En segundo lugar, contribuye a crear una clase positiva en la que los alumnos se esfuerzan por mejorar tanto social como académicamente. Por ejemplo, un profesor que afirma la capacidad de un alumno para participar en el “tiempo de espera”, puede ofrecer el siguiente comentario de afirmación: “¡Bien hecho, Asha, por esperar para contribuir a la discusión!”Los profesores deben buscar activamente comportamientos que puedan elogiar. En el caso de los alumnos que les preocupan, deben elogiar con más frecuencia el comportamiento deseado. Al dejar de utilizar las reprimendas y de atender al alumno sólo cuando se produce un comportamiento no deseado, para centrarse en los aspectos positivos del alumno, los profesores aumentan sustancialmente las posibilidades de que se produzca un comportamiento adecuado en su aula.Los profesores pueden seguir una proporción de 4:1 al elogiar, en la que ofrecen intencionadamente cuatro frases para afirmar los aspectos positivos y luego ofrecen un elemento correctivo. Esto no sólo refuerza los comportamientos apropiados de los alumnos, sino que también valida el clima positivo que el profesor está creando dentro de su espacio de aprendizaje.Este popular vídeo revela cómo la proporción 4:1 funciona de manera auténtica en un aula.