Problemas de lectura y escritura en niños de primaria
Problemas de lectura y escritura en niños de primaria
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La enseñanza de la comprensión lectora
Uno de los principales objetivos de todo programa de educación infantil es desarrollar una sólida capacidad de lectura en los alumnos. Es a través de la lectura que los alumnos amplían su vocabulario y aprenden sobre el mundo. La lectura es también la clave del éxito en la ortografía y la escritura.
Y aunque los niños de 6 y 7 años hablan con fluidez, necesitan que se les enseñe a manejarse con la letra impresa. Si un alumno tiene problemas con la lectura y la escritura, esto puede afectar a su rendimiento en todo el plan de estudios y tener un impacto negativo en la motivación para aprender y en la autoestima.
A veces puede haber una dificultad de aprendizaje no diagnosticada, como es el caso de los alumnos con dislexia o procesamiento lento. En estas situaciones, los padres y los educadores tienen la tarea de comprender la raíz del problema y proporcionar a los niños las estrategias de afrontamiento adecuadas, para garantizar que sigan progresando y alcanzando los hitos de la lectura.
No todos los alumnos adquieren las habilidades lectoras al mismo ritmo. La lectura comienza con el dominio de las habilidades de prealfabetización, incluido el aprendizaje del alfabeto y la mejora de la conciencia fonémica. A esto le sigue la enseñanza de la fonética, que enseña a los niños a relacionar los sonidos con las letras y a pronunciar las palabras.
Causas de la mala redacción de los alumnos
En una luminosa mañana de julio, en una sala de conferencias sin ventanas de una librería de Manhattan, varias docenas de profesores de primaria aprendían a crear hojas de trabajo que ayudaran a los niños a aprender a escribir.
Judith C. Hochman, fundadora de una organización llamada la Revolución de la Escritura, mostraba ejemplos de trabajos de alumnos. Un alumno de primer grado había elaborado la siguiente frase: “Plants need water it need sun to”, es decir, las plantas también necesitan agua y sol. Si el alumno no aprendía a corregir los desacuerdos entre pronombres y las conjunciones que faltaban, en el instituto podría estar escribiendo frases como ésta: “Las máquinas son buenas, pero quitan el trabajo a la gente, como si no supieran usarlas, las despiden”. Esa fue una verdadera presentación en la sección de ensayos del ACT.
Centrarse en los fundamentos de la gramática es un enfoque para enseñar a escribir. Pero no es, ni mucho menos, el dominante. Muchos educadores se preocupan menos por la mecánica de las frases que por ayudar a los alumnos a inspirarse en sus propias vidas y en la literatura.
Estrategias de comprensión lectora
de 14 escuelas. Se seleccionó una muestra total de 418 niños basándose en el rendimiento académico anterior de los niños en las pruebas de clase y en la calificación del profesor. A continuación, se evaluaron e identificaron como niños difíciles (180 en lectura y 114 en escritura) mediante pruebas de lectura y escritura en kannada. También se seleccionaron niños normales (165 en lectura y 114 en escritura) con fines de comparación. Los resultados del estudio revelaron que, en casa, la mayoría de los niños con dificultades de lectura (80%) estudiaban por su cuenta sin ningún apoyo de los miembros de la familia. Sólo el 39% de los padres se ocupaban de los estudios de sus hijos, frente al 60% en el caso de los niños normales. También se observó una tendencia similar en la escritura. Durante el programa de intervención, se sensibilizó a los padres sobre la importancia de su participación y estímulo en la educación de sus hijos. Los resultados mostraron que la participación de los padres mejoró significativamente el rendimiento escolar de los niños experimentales en comparación con los hijos de los padres de control.
Ayuda a la lectura
Los niños dan sus primeros pasos críticos hacia el aprendizaje de la lectura y la escritura muy pronto en la vida. Mucho antes de que puedan mostrar habilidades de producción de lectura y escritura, comienzan a adquirir algunas comprensiones básicas de los conceptos sobre la alfabetización y sus funciones.
Los niños aprenden a utilizar símbolos, combinando su lenguaje oral, las imágenes, la letra impresa y el juego en un medio mixto coherente y creando y comunicando significados de diversas maneras. A partir de sus experiencias e interacciones iniciales con los adultos, los niños comienzan a leer palabras, procesando las relaciones entre letras y sonidos y adquiriendo un conocimiento sustancial del sistema alfabético. A medida que continúan aprendiendo, los niños consolidan cada vez más esta información en patrones que permiten la automaticidad y la fluidez en la lectura y la escritura. En consecuencia, la adquisición de la lectura y la escritura se concibe mejor como un continuo de desarrollo que como un fenómeno de todo o nada.
Pero la capacidad de leer y escribir no se desarrolla de forma natural, sin una cuidadosa planificación e instrucción. Los niños necesitan interacciones regulares y activas con la letra impresa. Las habilidades específicas necesarias para leer y escribir provienen de experiencias inmediatas con el lenguaje oral y escrito. Las experiencias de estos primeros años empiezan a definir las suposiciones y expectativas sobre la alfabetización y dan a los niños la motivación para trabajar en el aprendizaje de la lectura y la escritura. A partir de estas experiencias, los niños aprenden que la lectura y la escritura son herramientas valiosas que les ayudarán a hacer muchas cosas en la vida.