Actividades de aprendizaje significativo para secundaria
Actividades de aprendizaje significativo para secundaria
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Piensa en pareja
La evidencia sigue creciendo: los estudiantes de educación superior se comprometen más, aprenden más y logran más con el aprendizaje activo. Una prueba más es que un metaanálisis de las Actas de la Academia Nacional de las Ciencias ha descubierto que los resultados de los exámenes de los estudiantes mejoran un 6% cuando se utilizan métodos de aprendizaje activo. Y los alumnos de las clases tradicionales tenían 1,5 veces más probabilidades de suspender que los que recibían clases con métodos interactivos.
En tiempos de incertidumbre como los actuales, puede parecer más sencillo quedarse con lo que es familiar. Pero incluso si tus clases se han trasladado parcial o totalmente a Internet, eso no significa que estés limitado a dar clases. Incluso tomarse 5 o 10 minutos para pasar de la ingesta de conocimientos a la interacción puede marcar la diferencia.
¿Está preparado para cambiar su forma de enseñar pero necesita algunas ideas para empezar? O tal vez lleva años impartiendo sus cursos de esta manera pero quiere ideas que funcionen para la nueva realidad. Tanto si tus clases son presenciales, como online o en algún punto intermedio, aquí tienes 15 actividades de aprendizaje activo que puedes probar con tus alumnos este semestre.
Actividades de aprendizaje pdf
Enseñé literatura y periodismo en la escuela secundaria de Long Island, Nueva York, durante 14 años, y durante gran parte de ese tiempo tuve el privilegio de enseñar una clase de Autores Americanos, en la que los estudiantes obtenían créditos universitarios por cada semestre. Esta asignatura se convirtió rápidamente en mi favorita, no sólo por la profundidad del tema, sino porque, como joven profesora, me desafió a experimentar de maneras que luego pude adaptar a otros niveles. Por ejemplo, quería mantener conversaciones más significativas con mis clases. Como introvertida, sabía por mi propia experiencia en el instituto que las clases en las que me sentía más cómoda eran aquellas en las que el profesor no esperaba que levantara la mano (“¡Por favor, déjeme escribir algo en su lugar!”). Pero también sabía que la conversación regular era la única forma de crear un entorno en el que los alumnos pudieran prosperar.
Durante mucho tiempo, mi deseo de que se produjera esta dinámica me llevó a plantear breves preguntas de escritura en clase o preguntas de salida que permitieran a todos los alumnos participar por igual, sin necesidad de un debate real. Lo único que quería era saber lo que pensaban. Con el tiempo, les pedía que respondieran de forma anónima en una ficha, y luego se la pasaba a otro alumno, y así sucesivamente, y básicamente creábamos una “conversación” sin llegar a hablar.
Ejemplos de experiencias de aprendizaje significativas en la escuela
Ha sido una semana interesante y me he sentido desafiado por mis lecturas e interacciones con los compañeros de mis estudios universitarios. Soy alguien que tiene la suerte de ser muy metacognitivo en mi propio aprendizaje. Siempre soy consciente de mis pensamientos y procesos de pensamiento, y de cómo estoy interactuando con los estímulos académicos. No puedo decir que siempre haya sido así, pero cuando estudié psicología de la educación, en primero de carrera, aprendí mucho sobre el constructivismo y la metacognición, sobre cómo funciona el cerebro y cómo se desarrolla. Fueron estos conocimientos los que me llevaron a comprender mis propios procesos de aprendizaje a un nivel mucho más profundo. Ese curso cambió mi vida, y muchas experiencias de aprendizaje han seguido afectándome profundamente desde entonces. ¿Qué tipo de experiencias de aprendizaje son las más eficaces? Las experiencias de aprendizaje significativas.
Al leer Howland, Jonassen y Marra (2012), me resonaron mucho las dimensiones del aprendizaje significativo que se identifican. Los autores comparten la siguiente figura para esbozar las características del aprendizaje significativo. Como profesor del siglo XXI, soy cada vez más consciente de que hay que proporcionar a los estudiantes experiencias de aprendizaje auténticas y relevantes para ellos en el “mundo real”. Creo que esto entra en la parte “Activa” de estas características porque la relevancia del mundo real de los contenidos y las actividades es observable para los estudiantes. Supongo que es como el dicho: “Ver para creer”. Si los estudiantes ven la relevancia de algo que están aprendiendo en el mundo real, entonces están participando en una experiencia de aprendizaje significativa.
Actividades y estrategias de aprendizaje
Cuando pensamos en el compromiso de los estudiantes con las actividades de aprendizaje, a menudo es conveniente entender el compromiso con una actividad como representado por un buen comportamiento (es decir, compromiso conductual), sentimientos positivos (es decir, compromiso emocional) y, sobre todo, el pensamiento del estudiante (es decir, compromiso cognitivo) (Fredricks, 2014). Esto se debe a que los estudiantes pueden estar involucrados conductual y/o emocionalmente en una actividad determinada sin ejercer realmente el esfuerzo mental necesario para comprender y dominar el conocimiento, el oficio o la habilidad que la actividad promueve.
A la luz de esto, la investigación sugiere que tener en cuenta los siguientes elementos interrelacionados cuando se diseñan e implementan las actividades de aprendizaje puede ayudar a aumentar el compromiso de los estudiantes desde el punto de vista conductual, emocional y cognitivo, afectando así positivamente el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes.
Para conseguir un compromiso total, es esencial que los estudiantes perciban que las actividades son significativas. La investigación ha demostrado que si los estudiantes no consideran que una actividad de aprendizaje merece su tiempo y esfuerzo, es posible que no se comprometan de forma satisfactoria o que incluso se desentiendan por completo (Fredricks, Blumenfeld y Paris, 2004). Para garantizar que las actividades sean personalmente significativas, podemos, por ejemplo, conectarlas con los conocimientos y experiencias previas de los alumnos, destacando el valor de una actividad asignada de forma personalmente relevante. Asimismo, el modelado por parte de adultos o expertos puede ayudar a demostrar por qué merece la pena realizar una actividad concreta, y cuándo y cómo se utiliza en la vida real.