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Enfermedades de los sentidos para niños de primaria

Tipos de trastornos sensoriales

¿Qué son los problemas de procesamiento sensorial? El término se refiere a los problemas para gestionar la información que llega a través de los sentidos. Estos problemas, a veces llamados trastorno de procesamiento sensorial o trastorno de integración sensorial, pueden tener un gran impacto en el aprendizaje y en la vida cotidiana.

En algunas personas, el cerebro tiene problemas para organizar y responder a la información de los sentidos. Ciertos sonidos, vistas, olores, texturas y sabores pueden crear una sensación de “sobrecarga sensorial”. Las luces brillantes o parpadeantes, los ruidos fuertes, ciertas texturas de los alimentos y la ropa rasposa son sólo algunos de los desencadenantes que pueden hacer que los niños se sientan abrumados y molestos.

En el caso de la hipersensibilidad, muchos niños experimentan una mezcla de ambas. Uno de ellos es la hipersensibilidad. Esto conduce a la evitación sensorial: los niños evitan la entrada sensorial porque es demasiado abrumadora. La otra es la infrasensibilidad (hiposensibilidad). Esto hace que los niños busquen los sentidos, es decir, que busquen más estímulos sensoriales.

Pero algunos niños buscan más estímulos sensoriales, no menos. Pueden querer tocar cosas y sentir el contacto físico y la presión. También pueden ser poco sensibles al dolor y tener una tolerancia inusualmente alta al mismo. Por eso pueden preferir jugar de forma brusca y no entender si están haciendo daño a alguien.

Trastorno de procesamiento sensorial

La investigación para examinar tanto el procesamiento sensorial como el rendimiento de las habilidades motoras en niños con trastorno del espectro autista (TEA) es limitada. Este estudio evaluó si los niños con TEA mostrarían retrasos sensoriales y motores en comparación con los niños de desarrollo típico y examinó la relación entre el procesamiento sensorial y el rendimiento motor. 32 niños diagnosticados con TEA fueron evaluados utilizando el Perfil Sensorial Corto (SSP) y el ABC-2 del Movimiento (MABC-2). El SSP mide el procesamiento sensorial de los niños en la vida diaria y el MABC-2 mide el rendimiento de las habilidades motoras finas y gruesas de los niños. En general, las puntuaciones de las muestras en el SSP indicaban un procesamiento sensorial atípico y las puntuaciones en el MABC-2 mostraban un peor rendimiento de la motricidad fina y gruesa en comparación con las normas correspondientes a la edad. Además, las puntuaciones de las muestras en el procesamiento sensorial estaban positivamente correlacionadas con su rendimiento motor. Los resultados sugieren que las dificultades de motricidad fina y gruesa de los niños con TEA pueden estar relacionadas con su retraso en el procesamiento sensorial de los estímulos visuales, auditivos, táctiles y de movimiento, y que esta hipótesis debe ponerse a prueba en futuras investigaciones.

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¿cuáles son los signos del trastorno del procesamiento sensorial?

La integración sensorial se refiere al modo en que las personas, con sus diferencias individuales, responden y procesan las sensaciones. También incluye su capacidad para planificar sus acciones (planificación motora). Cuando hay un problema en el procesamiento sensorial y la planificación motora, utilizamos el término trastorno de integración sensorial.    Las diferencias en el procesamiento sensorial y en la planificación motriz influyen considerablemente en el funcionamiento social y cognitivo de los niños.

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A grandes rasgos, es muy útil pensar en las distintas formas en que los bebés y los niños pequeños asimilan las distintas sensaciones y planifican sus acciones. Pensemos en la forma en que un niño concreto responde a sensaciones como el sonido o el tacto. Por ejemplo, algunos niños son hipersensibles a ciertos tipos de tacto o a determinados sonidos, mientras que otros son poco sensibles o poco reactivos a esas sensaciones. Un niño hipersensible puede reaccionar con pánico o miedo si alguien choca con él en la guardería. El fuerte zumbido de una clase muy concurrida puede abrumar a un niño hipersensible.

Test de trastorno del procesamiento sensorial del niño

En esta página, describo algunas de las formas en que los niños con trastorno de procesamiento sensorial pueden tener dificultades en la escuela.

Un niño con problemas sensoriales puede ser muy exigente con las texturas de la ropa y los zapatos del colegio, con los olores del entorno, con el brillo de las luces y con el ruido (¡oh, las campanas!). Es posible que evite las actividades en el patio de recreo por miedo a ser empujado o golpeado, o porque no le gusta el movimiento ni las alturas. El niño puede distraerse fácilmente durante el trabajo en el asiento porque no es capaz de filtrar los ruidos y los estímulos visuales. Un niño con defensas sensoriales puede sentirse fácilmente sobreestimulado o abrumado por la información procedente de cualquiera de los sentidos o de todos ellos y puede “actuar” con llantos, rabietas y crisis.

El trastorno del procesamiento sensorial en los niños puede manifestarse en una mala discriminación sensorial. En ausencia de una pérdida auditiva diagnosticada, los retrasos en la percepción auditiva pueden dar lugar (entre otras cosas) a que el niño tenga dificultades para recordar lo que se ha dicho, a que confunda palabras que suenan de forma similar y a que le cueste oír la voz del profesor por encima del ruido de fondo en el aula. Si no se ha diagnosticado una pérdida de visión, los retrasos en la percepción visual pueden provocar (entre otras cosas) que el niño tenga dificultades para copiar palabras de la pizarra, que pierda su sitio al leer, que confunda palabras y letras de aspecto similar (p. ej., b, p, d) y que se esfuerce por hacer rompecabezas. Este niño también puede tener dificultades para realizar las tareas habituales de la clase, como los laberintos, las sopas de letras y la búsqueda de diferencias.