Trabajar el miedo en educacion infantil
Trabajar el miedo en educacion infantil
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miedo a las mutilaciones en los preescolares
Los miedos de los niños pequeños pueden ser preocupantes para los padres. A veces, los miedos de los niños pequeños pueden ser un inconveniente, como cuando mi hijo tenía miedo a las cisternas automáticas de los baños públicos. Y a veces pueden ser agotadores, como el niño que tiene miedo de las sombras a la hora de dormir. Lo que muchos padres no saben es que el desarrollo de los miedos es también una parte muy típica de los primeros cinco años. Para saber qué esperar a cada edad, sigue leyendo.
En general, los bebés de 7 meses prestan más atención a las caras con expresiones de miedo (en comparación con las expresiones felices o neutras). Algunos investigadores creen que esto se debe a que los bebés rara vez ven expresiones de miedo, por lo que quizás estas caras sean más interesantes. Otros investigadores lo consideran una prueba de que los bebés están empezando a comprender el significado de estas expresiones. Por ejemplo, los bebés no prestan más atención a las caras de enfado, sino a las de miedo. Los niños de 7 meses también tardan más en apartar la mirada de una cara temerosa que de una feliz.
Entre los 8 y los 12 meses de edad -más o menos cuando entienden el significado de una cara temerosa- los bebés empiezan a producir expresiones de miedo y otros comportamientos basados en el miedo, como aferrarse a uno de los padres, emitir sonidos de angustia o apartar la mirada. A esta edad, el miedo a los extraños es muy común, incluso si ese “extraño” es una nueva niñera o un tío que tu bebé no conoce bien.
inculcar el miedo a un niño
Las fuentes de miedo pueden cambiar a medida que el niño madura. Por ejemplo, el miedo a la oscuridad o a los monstruos bajo la cama puede dar paso al miedo a los robos o a la violencia. Las tácticas que no funcionan incluyen burlarse del niño por tener miedo o forzarle a enfrentarse a situaciones aterradoras.
Ayude a su hijo a enfrentarse al miedo tomándose en serio sus sentimientos, animándole a hablar de sus ansiedades, contándole los hechos y dándole la oportunidad de enfrentarse a sus miedos a su propio ritmo y con su apoyo. El niño miedoso Algunos niños son más miedosos que otros. Los factores que contribuyen a ello pueden ser: Miedos comunes de los bebés Una vez que el bebé ha alcanzado los seis o siete meses de edad, ha formado fuertes vínculos con sus padres o cuidadores. Separarse de sus “personas especiales”, incluso durante breves periodos de tiempo, puede provocar una considerable ansiedad y muchos llantos. Asimismo, muchos bebés prefieren la compañía exclusiva de sus personas especiales hasta el punto de desarrollar un miedo a los extraños durante un tiempo. Los bebés superan esta fase con el tiempo.
psicología de los miedos infantiles
no son un signo de enfermedad mental grave que requiera muchos meses o años de terapia. Sin embargo, si las ansiedades de su hijo persisten e interfieren en su disfrute de la vida cotidiana, podría beneficiarse de la ayuda profesional de un psiquiatra o psicólogo especializado en el tratamiento de las fobias. Como parte del plan de tratamiento de las fobias, muchos terapeutas sugieren exponer a su hijo a la fuente de su ansiedad en dosis pequeñas y no amenazantes. Bajo la dirección de un terapeuta, un niño que tenga miedo a los perros podría empezar hablando de este miedo y viendo fotografías o una cinta de vídeo de perros. A continuación, podría observar a un perro vivo desde la seguridad de una ventana. Luego, con uno de sus padres o un terapeuta a su lado, podría pasar unos minutos en la misma habitación con un cachorro amistoso y amable. Con el tiempo, será capaz de acariciar al perro, y después se expondrá a situaciones con perros más grandes y desconocidos. Este proceso gradual se denomina
La información contenida en este sitio web no debe utilizarse como sustituto de la atención médica y el asesoramiento de su pediatra. Puede haber variaciones en el tratamiento que su pediatra le recomiende en función de los hechos y circunstancias individuales.
cómo afecta el miedo al aprendizaje
Problemas para seguir el ritmo. Dificultad para socializar. Ser “descubierto”. Los retos de aprender y pensar de forma diferente pueden causar mucho estrés y ansiedad a los niños. Y esos sentimientos pueden dar paso a miedos que les afectan dentro y fuera de la escuela.
Cuando los niños fracasan en algo la primera vez que lo intentan, pueden querer tirar la toalla. Y si su confianza en sí mismo se ha visto afectada, el miedo al fracaso puede hacer que no se atrevan a hacer algo nuevo o diferente.
Este miedo suele aparecer en la escuela primaria. En los años de primaria, los niños tienden a empezar a compararse con sus compañeros. Pueden notar que no están al día o que no encajan como quisieran.
Los niños que aprenden y piensan de forma diferente suelen arrastrar los pies a la hora de ir a la escuela o de estar lejos de sus padres durante cualquier periodo de tiempo. Es posible que eviten los viajes nocturnos, las fiestas de pijamas o cualquier otra experiencia sin usted.
Los niños, especialmente los preadolescentes y los adolescentes, quieren ser aceptados por sus compañeros. Quieren encajar. Pueden temer que si sus amigos se enteran de sus diferencias de aprendizaje y pensamiento, ya no los considerarán geniales o divertidos.