Canciones motrices en educacion infantil

La música y el desarrollo cognitivo en la primera infancia

Ah, la música. Puede hacernos muchas cosas. Puede inspirarnos, puede hacernos evocar fuertes sentimientos o recuerdos y puede cambiar nuestro estado emocional con sólo unas pocas notas. La música puede hacer todas estas cosas, a todos los tipos de personas. Las canciones y los bailes son para todos, y creo que como especie podemos estar de acuerdo en una cosa: la música es importante. Es importante para nosotros como adultos, pero es más importante en el desarrollo de los niños pequeños.

Para relacionar la música con el desarrollo de la primera infancia, debemos tener una comprensión básica de cómo se produce el desarrollo. El desarrollo infantil temprano puede describirse en una lista de cinco ámbitos. Antes de entrar en ellos, es fundamental entender que ninguno de estos ámbitos debe valorarse más que el otro; es decir, que tener mejores habilidades lingüísticas que físicas no será necesariamente una ventaja para un niño de tres años. Los cinco dominios se entrelazan y superponen porque todos son esenciales para el desarrollo adecuado del cerebro. Las habilidades en cada uno de los dominios cambian físicamente el cerebro en crecimiento y su funcionamiento, por lo que las siguientes habilidades son todas igual de importantes.

La importancia de la música en el desarrollo de la primera infancia

Desde muy temprano, los niños empiezan a identificar el ritmo e incluso a moverse al compás de la música. Al fin y al cabo, ¡la música está hecha para tocarnos el alma! Además, la música aporta beneficios cognitivos que favorecen el desarrollo temprano de los niños. En este artículo, hablamos de los beneficios de hacer música con tus hijos pequeños.

Al igual que el sabor, las texturas y los colores ayudan al desarrollo sensorial del niño, también lo hace la música. Exponer a tu hijo a diferentes tipos de música puede ayudar a crear más vías entre las células de su cerebro. Este efecto aumenta aún más cuando se vincula la música a diferentes actividades, como el baile.

Desde una edad temprana, los bebés pueden oír la diferencia entre distintos tipos de sonidos. A las pocas semanas, un bebé es capaz de identificar la voz de su madre de la de otras personas. La exposición a la música aumenta la capacidad natural del niño para descodificar sonidos y palabras.

Cantando canciones infantiles a tu hijo, puedes ayudarle a identificar patrones de sonido y a aprender por repetición. Además, la música también ayuda a los niños a anticipar lo que viene a continuación en un poema o una canción y a saber colocar estos patrones en una secuencia. Al dominar estas habilidades, los niños construyen la base de la alfabetización y la aritmética.

La música en el desarrollo de la primera infancia y la fase fundacional

Para comprender mejor el efecto de la música en el desarrollo de la primera infancia, el Carnegie Hall encargó un trabajo de investigación a la doctora Dennie Palmer Wolf titulado Why Making Music Matters. Experta en la materia, Wolf es autora de estudios enormemente influyentes sobre el aprendizaje basado en las artes (como More than Measuring) y galardonada en 2013 con el National Guild Service Award de la National Guild for Community Arts Education. Sus investigaciones apuntan a varias razones clave por las que invertir en los niños de forma temprana y frecuente es fundamental para un desarrollo saludable y un futuro exitoso, y cómo la música puede desempeñar un papel en las interacciones cotidianas que apoyan a nuestra próxima generación. A continuación se presenta un resumen de las conclusiones de la Dra. Wolf.

Desde el Carnegie Hall hasta las aldeas rurales de Haití, el mundo sigue descubriendo lo importante que es invertir en los niños pequeños y sus familias. Si se garantiza su bienestar, con el tiempo mejoran la salud mental y física de todos, los niveles de alfabetización, el éxito escolar, la empleabilidad y las relaciones humanas. Cuanto más aprendemos, más claro queda que la música en vivo puede desempeñar un poderoso papel en este desarrollo desde el principio. Los estudios han descubierto que los bebés de un día respiran de forma diferente según estén escuchando a Mozart o a Stravinsky, que la música calma a los bebés prematuros (y a sus preocupados padres) en las guarderías de los hospitales, y que los bebés escuchan tranquilamente una nana durante el doble de tiempo que el habla de un bebé o de un adulto.

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A medida que los niños exploran la música a través del juego, hacen descubrimientos sobre sí mismos y el mundo que les rodea, desarrollan un vocabulario más amplio e importantes habilidades de pre-lectura y matemáticas, y fortalecen sus habilidades sociales y emocionales. La exposición a la música desde una edad temprana también ayuda a la capacidad de los niños para tocar y apreciar la música.

Desde la mejora de la coordinación mano-ojo hasta la práctica de la motricidad fina y gruesa, y mucho más, vea a continuación cinco razones por las que la música es importante para el desarrollo de la primera infancia según el Carnegie Hall.

Hacer música, especialmente mediante golpes o palmas y movimiento, puede ayudar a mejorar la motricidad fina y gruesa. Las canciones sencillas combinadas con el juego pueden ayudar a potenciar la coordinación del cerebro y el cuerpo. Todas estas actividades contribuyen a crear importantes conexiones en el cerebro durante esta época esencial del desarrollo.