Actividades periodo de adaptacion educacion infantil
Actividades periodo de adaptacion educacion infantil
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La asimilación en la educación infantil
El proceso de adaptación de un niño a la guardería depende de muchos factores y es difícil determinar cuánto durará y cómo se producirá: es un proceso individual de cada niño. Para algunos niños durará una semana, por ejemplo, mientras que para otros la adaptación completa durará un mes o incluso más.
Los padres deben tener en cuenta que empezar a asistir a una guardería es un gran reto para el niño. Es importante que durante este tiempo los padres cooperen plenamente con los profesores, para garantizar la sensación de seguridad del niño y el mejor comienzo de la vida educativa. Es fundamental informar al niño de los cambios previstos y de los beneficios derivados de la nueva situación.
El niño que empieza a ir a la escuela infantil debe enfrentarse a muchas dificultades. La adaptación es un reto para él, pero la mayoría de los niños, con la ayuda e implicación de sus padres, superan este periodo de forma suave y con éxito. Es muy importante la cooperación entre padres y profesores, su determinación y confianza. Es importante que los padres despierten la sensación de seguridad y despierten la curiosidad del niño y su apertura a nuevas experiencias.
Explicar cómo adaptar los recursos y enfoques para proporcionar apoyo adicional
Es el primer día de preescolar para Sophia, que acaba de cumplir 3 años hace una semana, y ella y su madre, Vanessa, entran en el colegio por primera vez. Cuando Vanessa abre la puerta principal, Sophia agarra la mano de su madre con más fuerza. Entran en el aula de Sophia, donde su profesora, la Sra. Lisa, las saluda calurosamente. La Sra. Lisa les muestra los cubículos de los niños y Sophia pone su mochila y su almuerzo en su cubículo. Vanessa se agacha con lágrimas en los ojos y abraza a Sophia. Sophia susurra al oído de su madre: “Ya estoy lista para ir a casa, he terminado con la escuela”. Su madre le dice que se quedará en la escuela con la señora Lisa y los demás niños. Vanessa le asegura a Sophia que volverá después del almuerzo para recogerla. Cuando Vanessa sale del aula, oye a Sophia llorar. A Vanessa se le llenan los ojos de lágrimas y se replantea la posibilidad de matricular a Sophia en el preescolar.
Las familias inscriben a sus hijos en entornos de cuidado colectivo como el preescolar, la guardería o el programa Head Start por diversas razones (Daniel 2009). Algunas familias tienen dos padres que trabajan, mientras que otras quieren que sus hijos tengan más oportunidades de socializar con sus compañeros. Independientemente de la razón, la transición del hogar a la escuela -es decir, al cuidado fuera del hogar- puede ser difícil, y a veces resulta en desafíos de adaptación que son estresantes para los niños, las familias y los maestros. Sin embargo, los profesores pueden utilizar el tiempo de transición de la mañana como una oportunidad para ayudar a los niños a aprender las habilidades que necesitan para expresar sus emociones (Fox y Lentini 2006) y reducir el potencial de los desafíos de adaptación que podrían extenderse durante el día. Los maestros pueden ayudar a los niños a etiquetar cómo se sienten -triste, enojado, herido, avergonzado- cuando los miembros de su familia salen de la habitación. A los niños les ayuda que los profesores les digan que lo que sienten está bien y les recuerden que un familiar siempre volverá a recogerlos.
Ejemplos de actividades de adaptación
Sophie, de seis meses, se acurruca en el cuello de su padre y observa tímidamente a sus padres hablar con su nueva profesora, Tanya. Tanya les pregunta cómo duerme y se alimenta Sophie, y qué le gusta y qué no le gusta. Tanya ya ha visitado a la familia en casa y los padres han compartido algunas de sus esperanzas para el futuro de su bebé. Este intercambio de información sienta las bases para la transición de Sophie a la guardería, al establecer conexiones entre sus experiencias en casa y en la guardería.
Es difícil estar lejos de los seres queridos, sobre todo si no se sabe con certeza cuándo y si van a volver. Los niños muy pequeños no saben que la separación es temporal y suelen tener sentimientos muy fuertes, o “ansiedad de separación”. Estos sentimientos de tristeza, rabia o miedo durante las separaciones son el resultado de que el niño se siente muy querido por un conjunto concreto de personas: sus padres u otros familiares. Es importante reconocer estos sentimientos de forma directa y comprensiva. “Echas de menos a mamá”. “Estás deseando que vuelva papá”. Esto ayuda al niño a empezar a gestionar sus sentimientos.
Adaptaciones y acomodaciones rápidas y sencillas para los estudiantes de la primera infancia
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Las prácticas de enseñanza apropiadas para el desarrollo abarcan una amplia gama de habilidades y estrategias que se adaptan a la edad, el desarrollo, las características individuales y los contextos familiares, sociales y culturales de cada niño atendido. Basadas en las relaciones afectivas que los educadores cultivan con cada niño y su familia, así como entre todos los niños y familias (véase la directriz 1, “Creación de una comunidad afectiva de alumnos”), estas prácticas de enseñanza están diseñadas para fomentar el desarrollo y el aprendizaje de cada niño en todos los ámbitos y materias. Las prácticas de enseñanza se basan en las múltiples ventajas de cada niño y contrarrestan activamente las diversas formas de prejuicio. A través de su enseñanza intencional, los educadores combinan oportunidades para que cada niño ejerza su capacidad de elección y de acción en el contexto de un entorno planificado y construido para apoyar experiencias de aprendizaje específicas y objetivos significativos. Los educadores reconocen que los niños son constructores activos de su propia comprensión del mundo que les rodea; entienden que los niños se benefician al iniciar y regular sus propias actividades de aprendizaje y al interactuar con sus compañeros.