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Actividades para trabajar el miedo en educacion infantil

los mayores temores de los seres humanos

Los niños buscan y llevan a cabo de forma natural formas de juego emocionantes que implican un riesgo de lesión física (juego de riesgo). Aunque varios estudios anteriores ofrecen descripciones del juego de riesgo, ninguno de ellos explora en profundidad las expresiones de los niños sobre cómo experimentan los diferentes tipos de juego de riesgo. Este estudio pretende hacerlo. Los resultados de las observaciones en vídeo de los juegos de riesgo de los niños en dos centros preescolares noruegos revelan que los niños experimentan varias emociones, expresadas corporal, facial y verbalmente, mientras participan en juegos de riesgo. Sus experiencias incluyen tanto el regocijo como el miedo, y a menudo ambas emociones están presentes al mismo tiempo. Los resultados también indican que uno de los principales aspectos del juego de riesgo es mantener el regocijo al borde de la sensación de miedo puro; pero si se produce el miedo puro, el juego termina con la retirada. Las implicaciones que se sugieren del estudio son que la asunción de riesgos debería reconocerse como una parte importante del juego de los niños, y que éstos deberían poder participar en juegos desafiantes ajustados a su sentido individual del riesgo y de la necesidad de regocijo.

cómo superar el miedo

Sofía, de 3 años y medio, lleva dos años asistiendo a un centro de educación infantil sin ningún problema de comportamiento o emocional; es decir, hasta hace poco, cuando su comunidad sufrió extensos incendios forestales que destruyeron o dañaron alrededor del 20% de las viviendas. Aunque la casa de Sofía no sufrió daños, la tienda donde trabajaba su madre quedó destruida.

Sofía empieza a protestar cuando su madre la deja por la mañana. Sofía pregunta con frecuencia por su madre a lo largo del día, acercándose a menudo a la ventana para buscarla. Empieza a hablar como un bebé y parece ansiosa e incapaz de descansar a la hora de la siesta. El personal le da apoyo constante y le asegura que su madre volverá a tiempo cada día y le recuerda cuándo es la hora de recogerla. Le ofrecen oportunidades para dibujar y jugar con muñecos. Observan que Sofía a veces hace dibujos de casas o árboles que se queman y que, en su juego, hace que los muñecos de la madre y el padre discutan, a veces incluso haciéndoles amenazar con dejarse.

El personal habla con la madre de Sofía, que se pone a llorar. Nos cuenta que ella y su marido han estado discutiendo por el dinero; más tarde habla con su marido y tratan de no discutir cuando Sofía puede escuchar. Sofía también ha estado protestando por irse a la cama sola, por lo que sus padres le han permitido dormir con ellos la mayoría de las noches.

las cosas más temidas

Admitámoslo: El cambio es duro para todos nosotros. Piensa en cómo te has sentido la noche antes de empezar un nuevo trabajo, y luego piensa en la cantidad de cosas nuevas a las que se enfrenta tu hijo cuando empieza el preescolar o se cambia de clase.

“Los niños en edad preescolar tienen muchos miedos”, dice Patricia Henderson Shimm, directora asociada del Barnard College Center for Toddler Development de Nueva York. “Eso es porque a menudo están haciendo algo que no han hecho antes”.

Además de provocar las reveladoras lágrimas, los miedos de un niño en edad preescolar pueden hacer que se quede despierto por la noche (o que duerma más de lo normal), que retroceda en el aprendizaje para ir al baño o que muestre de repente un comportamiento agresivo.

Es posible que tu hijo sepa exactamente a qué le tiene miedo -el gran tobogán del patio del colegio o tener que ir al baño sin estar familiarizado con él- o que simplemente sienta miedo por el colegio sin poder decirte por qué. En cualquier caso, unas cuantas estrategias sencillas le ayudarán a sentirse más cómodo con las nuevas experiencias que le esperan:

Si aún no es muy verbal, prueba a realizar juegos que introduzcan la idea de ir y venir: Haz que juegue al escondite o que meta y saque los coches del túnel de un tren de juguete. A continuación, utiliza el juego como plataforma de lanzamiento para hablar de que los coches -y tu hijo- siempre volverán cuando vayan a algún sitio.

autorregulación

Admitámoslo: El cambio es duro para todos nosotros. Piensa en cómo te has sentido la noche antes de empezar un nuevo trabajo, y luego piensa en la cantidad de cosas nuevas a las que se enfrenta tu hijo cuando empieza el preescolar o se cambia de clase.

“Los niños en edad preescolar tienen muchos miedos”, dice Patricia Henderson Shimm, directora asociada del Barnard College Center for Toddler Development de Nueva York. “Eso es porque a menudo están haciendo algo que no han hecho antes”.

Además de provocar las reveladoras lágrimas, los miedos de un niño en edad preescolar pueden hacer que se quede despierto por la noche (o que duerma más de lo normal), que retroceda en el aprendizaje para ir al baño o que muestre de repente un comportamiento agresivo.

Es posible que tu hijo sepa exactamente a qué le tiene miedo -el gran tobogán del patio del colegio o tener que ir al baño sin estar familiarizado con él- o que simplemente sienta miedo por el colegio sin poder decirte por qué. En cualquier caso, unas cuantas estrategias sencillas le ayudarán a sentirse más cómodo con las nuevas experiencias que le esperan:

Si aún no es muy verbal, prueba a realizar juegos que introduzcan la idea de ir y venir: Haz que juegue al escondite o que meta y saque los coches del túnel de un tren de juguete. A continuación, utiliza el juego como plataforma de lanzamiento para hablar de que los coches -y tu hijo- siempre volverán cuando vayan a algún sitio.

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