Iniciativas de la formacion profesional para el empleo

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La formación profesional ofrece excelentes oportunidades a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, abriéndoles un amplio abanico de carreras. Las empresas alemanas necesitan mano de obra altamente cualificada. Esto significa que las perspectivas nunca han sido mejores para los jóvenes que siguen una formación profesional.

Lo que diferencia a la formación profesional dual de otros sistemas de formación es su combinación de módulos de formación en el lugar de trabajo, por un lado, y en el aula, por otro. Los aprendices son contratados por una empresa que les proporciona formación práctica 3 o 4 días a la semana y asisten a la escuela profesional durante los 1 o 2 días restantes. Allí reciben la parte teórica de su formación. Los especialistas de la empresa imparten la mayor parte de la formación “en el puesto de trabajo”. También están muy implicados en el diseño de las normas de formación: definen el contenido técnico del curso de formación en la empresa y deciden qué se pondrá a prueba durante los exámenes. Esto garantiza un alto nivel de aceptación de los reglamentos de formación entre las empresas.

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El sistema dual está firmemente establecido en el sistema educativo alemán. La principal característica del sistema dual es la cooperación entre, principalmente, las pequeñas y medianas empresas, por un lado, y los centros de formación profesional financiados con fondos públicos, por otro. Esta cooperación está regulada por ley. Los aprendices del sistema dual suelen pasar una parte de la semana en una escuela de formación profesional y la otra en una empresa, o pueden pasar períodos más largos en cada lugar antes de alternar. La formación dual suele durar entre dos y tres años y medio.

El sistema dual alemán ofrece un excelente enfoque del desarrollo de competencias, que abarca la formación profesional inicial, la formación profesional continua, las carreras, la empleabilidad, la competencia profesional y la identidad. Gracias al sistema dual, Alemania goza de un bajo desempleo juvenil y un alto nivel de cualificación.

En la actualidad, existen alrededor de 330 profesiones que requieren una formación formal en Alemania. Las organizaciones empresariales y los sindicatos son los impulsores a la hora de actualizar y crear nuevas normativas de formación y perfiles profesionales o de modernizar las normativas de formación continua.

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En la reforma del empleo de 2014, se hizo hincapié en la formación profesional y la educación para garantizar una mejora general del nivel educativo de los desempleados con menos cualificación.

Los desempleados poco cualificados y cualificados que están afiliados a un fondo de seguro de desempleo tienen derecho a seis semanas de formación profesional desde el primer día de desempleo. Esta formación se ofrece principalmente a través de los programas AMU (los programas AMU se dirigen a los trabajadores poco cualificados y cualificados), que proporcionan a los participantes habilidades y competencias aplicables en el mercado laboral, y se dirigen principalmente a sectores y funciones laborales específicas.

A través de once comités de formación continua y educación, cada uno de ellos responsable de un sector específico del mercado laboral, los interlocutores sociales desempeñan un papel importante a la hora de determinar qué programas específicos de formación profesional para adultos se ofrecen.

A partir de 2015 se han puesto a disposición de los SPE/centros de empleo 100 millones de coronas danesas con los que adquirir programas de formación profesional de corta duración para todos los desempleados. Para garantizar que estos programas de formación profesional de corta duración se adapten a la demanda del mercado laboral, corresponde a los interlocutores sociales de los ocho Consejos Regionales del Mercado de Trabajo (RAR) decidir qué tipo de programas de formación profesional de corta duración pueden financiar los SPE/centros de empleo con el fondo de financiación adicional.

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Una educación y formación profesional (EFP) pertinente y de calidad puede proporcionar a las personas, y especialmente a los jóvenes, los conocimientos, las habilidades y las competencias necesarias para los empleos de hoy o de mañana. Por lo tanto, la provisión de competencias laborales relevantes puede ser un medio sólido para capacitar a las personas para que aprovechen las oportunidades de empleo o las preparen para el autoempleo.

Una mejor capacitación puede ayudar a apoyar el trabajo decente, un crecimiento más equitativo e inclusivo y ser el puente entre la educación y el mercado laboral, apoyando la transición de los jóvenes a la edad adulta. La población mundial es más joven que nunca, con 1.200 millones de personas de entre 16 y 24 años. Por lo tanto, proporcionar vías de acceso al mundo laboral para los jóvenes es uno de los mayores retos de desarrollo de nuestra era.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que reconoce el papel fundamental de la capacitación, especialmente para los jóvenes, para aumentar sus posibilidades de empleo, ha establecido una serie de ambiciosas metas en el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 sobre educación de calidad y el ODS 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico.